viernes, 11 de enero de 2013

reminiscencias

Recuerdo que mis hermanas, para tenerme entretenida, hacían muchos juegos, algunos inventados, otros importados de otras familias, imagino. Entre ellos estaba el de "Margarita Cuello Largo", me encantaba.

Éste consistía en pintarse el dedo por dentro y por fuera con la cara de una niña, y en la palma de la mano el cuerpo, de tal manera que al extender el dedo aparecía una muñeca con el cuello kilométrico. 

Era imprescindible acompañarlo con una canción que decía: "Margarita está llorando porque tiene el cuello laaargo, muy laaaaargo". 

Puede sonar algo cruel, pero era súper divertido.

Y ahí iba yo con el dedo pintado para repetírselo a mis amigas, en mi calle se convirtió en un clásico. 

Gracias a todas las hermanas mayores con aguante y mucha imaginación que hicieron de sus hermanas pequeñas seres inquietos y extraños. Yo a las mías les debo mucho.

¡Charo, Marigel, OS QUIERO!




4 comentarios:

  1. Jo, me recuerda tanto a mí que me da miedo!!! jajaja, lo de las hermanas mayores que se inventan de todo para tenerte entretenida, lo de Margarita-cuello-largo con esa entonación tan mítica... en fin, es lo que tiene ser de la misma quinta ;) MUA

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  2. Pero en Madrid también vivía una Margarita Cuello Largo? O era una versión más castellana?

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